El título de
una novela es muy importante, revela una parte del contenido, atrae al lector
con sus palabras, intenta sintetizar muchas páginas en una frase,… ¿Quién no ha
descartado una lectura por no encontrarse ante un título atractivo?
Cuando inicio
la tarea de escribir lo hago siempre con tres cosas fijas: un inicio, un final
y un título. Y a partir de ese esqueleto incompleto voy rellenando las lagunas
de la historia, creando laberintos de tramas, permitiendo que mis personajes traspasen
las fronteras de mi mundo paralelo para tomar vida propia en los folios que
compondrán el manuscrito.
El Secreto de
las Cuartetas, inició su andadura en el mundo de llamándose Las Huellas del
Pasado. En la novela la primera Marta y Michel siempre susurran una frase: “Marte,
sigue las huellas del pasado” y esa frase tituló el libro que iba tomando forma
a pasos agigantados.
Cuando decidí
buscar un tutor que me ayudara en la tarea de aprender aquella técnica que se
me resistía, el libro fue cambiando su fisonomía, transformándose en un producto
nuevo, en algo distinto a Las Huellas del Pasado, aunque así esté inscrito en
el registro de la propiedad y la esencia fuera la misma.
Tras un año
de intenso trabajo de rescritura, con la base perfilada y la ilusión por mejorar
al máximo el manuscrito, descubrí que ya existía un libro titulado Las Huellas
del Pasado, así que decidí darle un aire nuevo a mi novela, renovarla del todo,
cambiarle su nombre.
Barajé varias
opciones, busqué ideas, combiné frases ingeniosas, pero en mi fuero interno
tenía claro desde el inicio qué quería decir y cuál era mi nuevo título. ¡El
Secreto de las Cuartetas! Revela lo gusto. Si buscas “cuartetas” en la red enseguida
topas con Nostradamus, personaje histórico en el que se basa parte de la trama.
Y Marta Noguera utiliza el secreto que escondió el profeta en sus profecías
para buscar a su hija. Así que con cinco palabras se da la pista de lo que se
va encontrar en las 430 páginas…
Cuando escribo nunca pienso en el título primero; como dices, va surgiendo durante la escritura. A veces, cuando crees que es perfecto, al releer, aparece otro que lo cambia todo.
ResponderEliminarEn mi novela, La arena del reloj, el título no existía. Tenía que terminarlo porque había mucha prisa (las circunstancias de ese libro son especiales) así que me senté delante del ordenador, respiré hondo y empecé a escribir el epílogo de la novela sin saber muy bien donde me llevarían mis palabras. El título se trasladó a la pantalla sin casi darme cuenta y creo que es la única vez que he estado verdaderamente convencida de uno.
Otra cosa de la que hablan mucho es de la sinopsis, de la importancia que tiene para "vender". Eso sí que me cuesta. Lo que cuenta esta historia no es lo importante, es lo que es capaz de remover al lector. Y eso, sinceramente, no tengo ni idea de cómo transmitirlo. Siempre digo lo mismo: lee y me lo cuentas tú.
¡Creía que ya te seguía!
Un beso.
A mí me encanta la portada que has elegido para tu libro. ¡Es una foto preciosa! Y el título sugiere un libro interesante.... Mi próxima entrada sobre sinopsis, ¿vale?
Eliminar¡Pasa un gran día!